Vierte la crema caliente sobre el chocolate y deja reposar durante 2 o 3 minutos. Luego, mezcla bien con una espátula o cuchara hasta que obtengas una textura suave y brillante.
Añade los sabores:
Incorpora el extracto de vainilla, los arándanos secos picados y los pistachos. Mezcla hasta que todo esté perfectamente integrado.
Refrigera la mezcla:
Cubre el recipiente con papel film y refrigera por lo menos 2 horas, o hasta que la mezcla esté firme al tacto.
Forma las trufas:
Con una cucharita o tus manos, toma pequeñas porciones de la mezcla y forma bolitas. Si deseas, rebózalas en una mezcla de arándanos y pistachos picados para darles un acabado más vistoso y un extra de textura.
Listas para disfrutar:
Guarda las trufas en el refrigerador hasta el momento de servir. Puedes conservarlas hasta por 5 días en un recipiente hermético.
💡 Consejo extra:
Para una presentación más elegante, coloca cada trufa en un mini capacillo de papel y sírvelas en una bandeja bonita. ¡Son ideales para regalar también!
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