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¡No volverás a tirar las viejas máquinas de afeitar desafiladas al descubrir este secreto!

 

Preparar la solución conductora: Disolvé una cucharada de sal en agua caliente y colocá la mezcla en un frasco de vidrio; esto funcionará como electrolito.

Desarmar la cuchilla: Retirá cuidadosamente las hojas metálicas con pinzas para evitar cortes. Cortá uno de los extremos para usarlo como ánodo.

Preparar la pieza a recubrir: Lijá suavemente la punta del cautín o la pieza metálica para asegurar que la superficie esté limpia.

Conectar los cables: Conectá el polo positivo (ánodo) a la hoja de afeitar y el negativo (cátodo) a la pieza a tratar. Sumergí ambas en la solución sin que se toquen.

Aplicar corriente: Encendé la fuente de corriente y dejá actuar entre 5 y 10 minutos. Aparecerá una ligera coloración que indica que el metal se está depositando.

Finalizar el proceso: Retirá la pieza, enjuagala con agua limpia y secala bien. Obtendrás una superficie recubierta que resiste mejor el desgaste.

Con esta técnica casera llamada electrodeposición o baño electrolítico, estarás reciclando las cuchillas y mejorando la durabilidad de tus herramientas.

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