Modo de preparación
Verté el litro de leche entera en una cacerola grande. Optá por una cacerola de fondo grueso, ya que esto ayudará a distribuir el calor de manera más uniforme, evitando que la leche se queme. Colocá la cacerola a fuego medio, permitiendo que la leche comience a calentar lentamente. Remové ocasionalmente con una cuchara de madera para evitar que se pegue al fondo.
Cuando la leche esté caliente, pero antes de que hierva (cuando aparezcan burbujitas pequeñas en los bordes), agregá los 300 gramos de azúcar. Remové constantemente para disolver el azúcar por completo y evitar que se adhiera al fondo.
Bajá el fuego al mínimo y cociná lentamente. Este paso es crucial y puede llevar entre 1 a 2 horas, dependiendo de la potencia de tu cocina. Remové cada tanto para evitar grumos.
Durante la cocción, la leche se irá evaporando. La mezcla pasará de ser líquida a espesa. Un buen indicador es el color dorado y la textura de jarabe espeso.
Si querés un toque especial, agregá la cucharadita de vainilla en los últimos 10 minutos de cocción para un sabor más aromático y profundo.
¡Y listo! Tendrás una leche condensada casera deliciosa, perfecta para usar en tus recetas favoritas o simplemente disfrutar a cucharadas.
Guardala en un frasco hermético en la heladera y disfrutala cuando quieras.
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