Batir las yemas
Separá las yemas de las claras y colocá las yemas en un bol junto con el azúcar. Batí con batidora eléctrica hasta que la mezcla se vuelva clara, espesa y haya duplicado su volumen.
Preparar almíbar liviano (opcional)
Mientras tanto, prepará un almíbar con 50 ml de agua y 100 g de azúcar. Llevá a hervor unos minutos. Cuando esté listo, vertelo en forma de hilo sobre las yemas mientras seguís batiendo. Esto ayuda a pasteurizar los huevos y mejorar la textura.
Agregar el mascarpone
Agregá el queso mascarpone de a poco, mezclando con movimientos envolventes o a velocidad baja si usás batidora, hasta lograr una mezcla homogénea.
Montar la crema de leche
En otro bol, batí la crema de leche hasta que esté semi montada (picos suaves).
Incorporar la crema montada
Integrá la crema batida a la mezcla de mascarpone con movimientos envolventes para mantener la textura aireada y suave.
Reposar
Llevá a la heladera por al menos 1 hora antes de usarla. Cuanto más fría esté, mejor será la consistencia final.
Ideas para Usarla
Clásico tiramisú, intercalando la crema con vainillas mojadas en café.
Relleno de piononos dulces o tortas de bizcochuelo.
Servida en copas con frutillas frescas por encima.
Aromatizá con ralladura de limón o esencia de vainilla si querés un sabor distinto.
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