Aunque cambiamos las fundas con frecuencia, las almohadas también necesitan una limpieza profunda para eliminar bacterias y mantenerlas en buen estado. Aquí te comparto algunos métodos sencillos y efectivos para lograr que queden como nuevas en casa.
Método 1: Bicarbonato de Sodio y Vinagre
Coloca las almohadas en la lavadora y cúbrelas con agua.
Añade media taza de bicarbonato de sodio y media taza de vinagre blanco.
Revuelve un poco el agua para mezclar bien los ingredientes.
Deja reposar la mezcla el tiempo necesario.
Lava las almohadas con el ciclo habitual de la lavadora y déjalas secar al sol.
Este truco elimina manchas y olores, dejando las almohadas frescas y desinfectadas.
Método 2: Agua Caliente y Jugo de Limón
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