Preparación (Hecho en 10 Minutos)
1. Montar la crema:
Vierte la crema para montar en un bowl grande y frío. Con una batidora de varillas, bátela hasta obtener una textura firme, cuidando de no sobrebatir para evitar que se corte.
2. Preparar la base de limón:
En un recipiente aparte, mezcla el jugo de limón con la leche condensada. Remueve lentamente hasta que la mezcla se espese ligeramente. La acidez del limón reaccionará con la leche condensada para crear una textura más densa y cremosa.
3. Combinar todo:
Añade la mezcla de limón a la crema montada en tres tandas. Usa una espátula y mezcla con movimientos envolventes para mantener el aire y lograr un helado esponjoso.
4. Congelar:
Transfiere la mezcla a un recipiente hermético. Alisa la superficie con una espátula y cúbrelo con una tapa o papel film para evitar que se formen cristales de hielo. Congela durante al menos 4 horas antes de servir.
Consejos Adicionales
Variedades: Puedes agregar ralladura de limón o trozos pequeños de galletas para más sabor y textura.
Presentación: Sirve en copas con una hoja de menta o un poco de ralladura de limón por encima.
Helado más rápido: Si tienes prisa, coloca la mezcla en moldes para helados con palitos.
Almacenamiento: Conserva el helado en el congelador hasta por una semana en un recipiente hermético.
Por Qué Amarás Esta Receta
Este helado de limón destaca por su sabor refrescante, su cremosidad y lo fácil que es de hacer. Es la solución perfecta cuando quieres un postre casero sin complicaciones.
¡Pruébalo y sorpréndete!
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