Preparación
Elegí tomates maduros pero firmes, evitando los que estén blandos o dañados.
Lavá bien los tomates con abundante agua para eliminar tierra y secalos con un repasador limpio.
Retirá el cabito o tallo. No los peles ni cortes; van enteros al frasco.
Esterilizá los frascos y tapas hirviéndolos por 10 minutos o en horno a 120 °C por 15 minutos.
Colocá los tomates dentro de los frascos, acomodándolos para aprovechar el espacio. Dejá 1 a 2 cm libre en la parte superior.
Cerrá los frascos herméticamente con sus tapas.
En una olla grande, poné un repasador en el fondo para que los frascos no se golpeen. Agregá agua caliente hasta cubrirlos por completo.
Herví los frascos durante 40 a 60 minutos para generar el vacío necesario.
Retirá los frascos y colocalos boca abajo sobre un repasador seco. Dejalos enfriar sin moverlos.
Verificá que las tapas estén bien selladas (no deben hacer clic). Guardalos en un lugar seco, fresco y oscuro.
—
Consejos de cocina
No llenes los frascos hasta el borde; siempre dejá espacio libre.
No uses frascos agrietados ni tapas oxidadas.
Podés agregar una hoja de laurel o albahaca para dar aroma, aunque no es necesario.
Etiquetá cada frasco con la fecha para controlar el tiempo de conservación.
Este método es ideal para quienes compran tomates por cajón o tienen huerta.
Te permite ahorrar, evitar desperdicios y disfrutar del sabor del verano en cualquier momento del año.
ADVERTISEMENT