Las bombillas LED son cada vez más comunes por su bajo consumo y larga vida útil.
Pero cuando fallan, muchas veces terminan en la basura sin necesidad.
Acá te mostramos dos métodos caseros para repararlas: uno rápido y provisorio, y otro más duradero.
Ambos pueden hacerse en casa sin herramientas especiales.
Antes de comenzar:
Envolvé la rosca de la bombilla con un poco de cinta aislante para evitar que la grasa de las manos o la humedad interfieran con los contactos eléctricos durante el proceso.
Una vez finalizada la reparación y antes de probarla, retirá la cinta.
Método 1: Solución de emergencia con papel metálico
Este método sirve cuando uno o dos chips LED están quemados y querés que la bombilla vuelva a encender, al menos temporalmente.
Desenroscá la bombilla y retirá con cuidado la cubierta blanca difusora. Si está muy ajustada, usá un cuchillo o cúter con precaución.
Identificá los chips LED quemados (suelen estar oscurecidos o no se encienden).
Retirá el chip dañado con una pinza o destornillador pequeño.
Cortá un pedacito de papel metálico (como el de cigarrillos o goma de mascar).
Colocalo sobre los contactos del chip dañado para cerrar el circuito.
Aseguralo con un pequeño trozo de cinta aislante.
Volvé a colocar la tapa de la bombilla y retirá la cinta de la base antes de probarla.
Nota: Este método no es permanente. Al puentear un LED dañado, se fuerza a los demás, lo que puede acortar la vida útil general de la bombilla.
Método 2: Reemplazo real de chips LED
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