¿Por qué optar por lo casero?
Los productos comerciales suelen contener lejía y químicos agresivos que pueden irritar la piel y las vías respiratorias. Con esta solución casera, podrás limpiar eficazmente tus azulejos sin riesgos ni olores fuertes.
Ingredientes
½ taza de bicarbonato de sodio
¼ taza de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada)
1 cucharada de detergente líquido para platos
Preparación
En un recipiente pequeño, mezclá el bicarbonato de sodio, el peróxido de hidrógeno y el detergente líquido hasta formar una mezcla suave y homogénea.
Pasá la mezcla a una botella con tapa o dispensador para facilitar su aplicación.
¿Cómo funciona?
El bicarbonato de sodio actúa como abrasivo suave para eliminar la suciedad incrustada.
El peróxido de hidrógeno blanquea, desinfecta y devuelve el brillo a los azulejos.
El detergente líquido elimina restos de grasa y suciedad.
Modo de uso
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