La salsa blanca es un clásico en la cocina, pero muchas versiones incluyen manteca y crema, lo que la hace más pesada.
En esta receta, te enseñamos cómo hacer una versión más liviana sin perder la textura cremosa ni el sabor.
Con ingredientes simples y accesibles, esta salsa es ideal para acompañar pastas, gratinados, verduras o incluso carnes.
Ingredientes
2 tazas de leche descremada o vegetal sin azúcar (avena, almendras o soja)
2 cucharadas de almidón de maíz o harina integral
1 cucharada de aceite de oliva o de coco neutro
½ taza de caldo de verduras (opcional, para un extra de sabor)
1 pizca de nuez moscada
Sal y pimienta a gusto
Preparación
Continua en la siguiente pagina
ADVERTISEMENT